de Can Font

de Can Font Chien du Saint-Bernard

Chien du Saint-Bernard

Noticias y Curiosidades Caninas


 La historia del perro que recorrió 50 km

Cuando pensamos en perros rescatados generalmente se nos vienen a la cabeza imágenes de refugios. La historia de este rescate es un poco más complicada. Nos lo cuenta el protagonista:

"Mi mujer y yo vivimos en una zona rural de Estados Unidos. Estamos rodeados por cientos de hectáreas de campo en las que contamos con solamente tres vecinos. Una mañana de Mayo, uno de mis vecinos me preguntó se había visto a un pequeño perro merodeando por la zona. Yo no había visto nada pero prometí prestar atención. Conozco la zona como la palma de mi mano, durante años la he recorrido y sé todo lo que pasa por aquí. A la mañana siguiente pude ver lo que parecía un perro de tamaño medio paseando con una correa de 3 metros atada al cuello. Cuando me acerqué salió disparado como un rayo. Jamás había visto a un animal correr tan rápido.

Los vecinos comenzaron a peinar la zona para atraparle. Pusieron comida, pero el perro nunca se acercaba, en cuanto veía a un humano salía corriendo.

 

El perro comenzó a ser mi particular obsesión. Me dediqué a observarle durante una semana hasta que tomé la determinación de capturarle. Lo primero que hice fue construir una jaula y poner comida dentro. Mi idea era llegar cuando estuviese comiendo y cerrar la puerta. No funcionó. Estaba tan alerta, que en cuanto notaba que alguien se acercaba de lejos salía corriendo. Fui al veterinario y le pedí somníferos para poder dejarle dormido con la comida. Un instinto de supervivencia fuera de lo común le permitió estar alerta a pesar del efecto de estos medicamentos. Comencé a enfadarme ya que el perro ¡parecía ser más listo que yo! 

Pasaron los días y lo seguí observando, día tras día, arrastrar su correa merodeando en busca de comida. Mi mujer comenzó a advertirme que estaba descuidando los negocios familiares por culpa del perro. No me importaba, el perro había pasado obviamente por toda clase de horrores y por eso estaba tan aterrorizado. Un día el perro no apareció. Me alarmé, pensé que alguien más le habría capturado o que simplemente había decidido irse. A la mañana siguiente el perro apareció con la mitad de su correa, pienso que se pasó el día anterior mordiéndola hasta hacerla más corta. 

Un día por fin, mi mujer entró corriendo en el salón. "Corre", me dijo, "el perro se ha quedado enganchando en nuestro patio trasero" La suerte hizo que el trozo de correa que llevaba colgando se enganchara en una enorme maceta. No podía creerme que hubiese tenido tanta suerte, y ¡el perro se quedara enganchado justo en mi casa! 

La visión fue muy triste. A medida que me aproximaba me miraba como si fuera a desmayarse. La agarré por el collar para que no pudiera morderme y la cogí en brazos. No se resistió, tenía muchísimo miedo. Tras examinarla detenidamente, la llevé al veterinario.

 La pobre perra era sólo piel y huesos, era difícil cogerla en brazos sin hacerle daño. Estaba llena de garrapatas y algunas de ellas eran del tamaño de una moneda pequeña. El veterinario le quitó 500 parásitos de su cuerpo. Tenía unos 10 meses de edad, nos dijo,  era una mezcla de collie pequeño. Tenía infección, lombrices...

Tras unos días en la clínica veterinaria me la llevé a casa y puede comprobar que era la perra más asustadiza que he conocido nunca. Cada ruido, movimiento la asustaba terriblemente. En casa tenemos otros dos perros, dos Golden Retriever que la adoptaron como si fuera su hermana y con los que parecía sentirse más segura.

Mi mujer comenzó a ponerse seria. Quería a la perra fuera de casa ahora que ya estaba salvada y recuperada. No entendía mi obsesión con ella. Sin muchas ganas, me dediqué a buscar a su dueño utilizando una web de animales perdidos. A los dos días, recibí un mail de un señor que vivía a 40 km de dónde vivimos nosotros. El buscaba a una perra, mezcla de pastor alemán y collie que escapó nada más comprarla, con la correa atada al cuello. Parecía que era la misma perra, pero había dos cosas que no concordaban: el color no era el mismo y la distancia entre nuestras casas era muy grande.

Una pareja de vecinos decidió adoptarla. He de reconocer que no me hizo mucha ilusión, pues yo quería quedarme a la perra, pero cedí ante la negativa de mi mujer a tenerla en casa. Los vecinos eran buenas personas y la cuidarían como a un hijo. Le compraron juguetes, una camita y se la llevaron. ¡Al día siguiente me la trajeron de vuelta! ¡Les causó mucho estrés tratar con una perra tan miedosa!

Días más tarde, estos mismos vecinos acudieron a una reunión local en la que escucharon a una señora contando que había tenido una perra sólo por una hora y luego ésta había escapado. Por curiosidad le preguntaron dónde vivía. La señora tenía una granja con cabras a un kilómetro de nosotros y había comprado un perro para pastoreo. Lo tuvieron por una hora y se escapó con una correa de 3 metros atada al cuello.  

Contactamos a esta señora que vino a nuestra casa al día siguiente. Era su perro, pero no quería quedársela porque decía que no podía hacerse cargo de una perra tan asustadiza para una granja, y tampoco quería hacerse caso de los cientos de dólares gastados en el veterinario... 

Esta es la historia: ella compró el perro a un criador que a su vez lo había comprado a otro que los maltrataba. ¿Os acordáis del señor que me contactó primero? Él también compró un perro al mismo criador. Todo esto ocurrió a 50 km de donde vivo. La perrita es un cachorro de 5 meses de edad, no 10 meses como afirmó el veterinario. Fue maltratada por el primer criador y vendida al segundo que la vendió a esta señora. Lo que ocurrió desde que se escapó hasta que la rescatamos no lo sabemos, pero podemos imaginarnos todo tipo de calamidades por el estado en que la encontramos. Efectivamente, recorrió 50 km hasta llegar a su nuevo hogar.

Ahora es un cachorro feliz de 8 meses de edad, que ha terminado con éxito su adiestramiento y comenzará en breve sus clases de Agility. Es el perro más inteligente que he tenido y mi mujer por fin está encantada con ella. Estamos muy contentos de haberla rescatado e incorporado a nuestra familia.

Brasil gastara 435.000€ en perros par la mundial 2014

Brasil pondrá todo de su parte para que el Mundial de fútbol que acogerá en 2014 salga a la perfección. El país sudamericano, ha anunciado que gastará 600.000 dólares, unos 435.000 €,  en perros de raza Pastor Belga, para dotar así a la Policía Federal de más medios de seguridad.


Los perros serán comprados en Europa y Estados Unidos. Los perros estarán adiestrados en la detección de explosivos y drogas, para cumplir con esta función tanto en aeropuertos como  en  los estadios de fútbol donde jueguen las selecciones.


El precio de cada perro se estima que sea de 6 mil dólares (4.400 € aproximadamente), y una vez acabado el Mundial formarán parte de la división de la Policía Federal encargada de la seguridad de la Presidenta del país, siguiendo el modelo implantado por Barack Obama en EEUU.